Quiero agradecer la generosidad de tantas personas que de forma altruísta, y evandiéndose del egoísmo que la sociedad actual genera, han conseguido tomar la decisión en un momento tan difícil como es la pérdida de un ser querido para decir "SÍ" cuando se le ha planteado la posibilidad de donar los órganos que servirán para poder seguir dando vida.
La dificultad puede ser enorme, cuando hablamos de criaturas que acaban de nacer, que hemos estado haciendo planes para ella durante casi nueve meses, y que en el momento de mayor felicidad, cuando podemos estrecharlas entre nuestros brazos, recibimos la fatídica noticia de que no tendremos mucho tiempo para ello, pueden creerme cuando les digo que la sensación es indescriptible y que uno no puede conocerla hasta que se siente en primera persona.
En este momento que no le deseo a nadie, tenemos que sacar fuerzas de cualquier lado para poder autorizar la donación de esos órganos que harán que nuestro bebe siga de alguna forma viviendo en el interior de otras criaturitas como él, y que nuestro dolor pueda ser mitigado aunque sea en una pequeña parte por saber que hemos sido capaces de conseguir que varias familias dejen de pasar el infierno que nosotros estamos pasando.
Es muy importante que todo el mundo esté concienciado de la necesidad de la donación, ya que desde mi experiencia puedo asegurar que es un problema muy lejano en nuestro día a día, al cual no le damos ninguna importancia, ya que siempre las fatalidades les suelen pasar a otros, por ello tenemos que poner todos los medios a nuestro alcance para que las personas sean solidarias y tengan presente la necesidad de hacerse donantes, para que cuando llegue el caso, Dios no lo quiera, podamos regalar vida a varias personas.
lunes, 10 de noviembre de 2008
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